¿Asel terrorista? ¡Por favor!

Asel Luzarraga es un escritor vasco, que ha sido perseguido por el Estado chileno debido a sus ideas y escritos, que continúa luchando contra la injusticia sufrida. En esta web encontrarás amplia información sobre su caso.

El comienzo de una historia de persecución

El escritor Asel Luzarraga fue detenido el 31 de diciembre de 2009 en su casa en la Araucanía, al convertirse en la diana de un montaje organizado por Carabineros de Chile, bajo la Ley Antiterrorista, debido a la solidaridad mostrada hacia el pueblo mapuche y a sus ideas y textos anarquistas. A partir de ese momento, quedaría atrapado en un torbellino de persecución política, policial, judicial y mediática.

Enfrentando la injusticia judicial

En diciembre de 2010, el tribunal de Temuco condenó al escritor Asel Luzarraga, siguiendo un guión escrito de antemano. Obligado a abandonar Chile, decidió que ese no era un punto final, y denunció la violación de los derechos humanos a manos del Estado, presentando una demanda en su contra ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

Primeros rayos de luz de un largo camino

En diciembre de 2019, el abogado de Asel Luzarraga, Jaime Madariaga, recibía una buena noticia: la CIDH resolvía a favor de la admisibilidad de su denuncia. El caso estaba aceptado y ante ellos se abría otro largo camino, conscientes de que solo la absolución sacaría a Asel de las listas de Interpol y lo protegería ante otras amenazas similares. Efectivamente, a pesar de hallarse en su casa, diez años después la condena continúa limitando sus libertades.

¿Y ahora?

Admitiendo indicios de violación de los derechos humanos en contra de Asel Luzarraga, la CIDH ha abierto una vía al escritor vasco. Una vía, y nuevos retos, pues ante él aún emerge una cuesta larga y dura, una cuesta que requiere de apoyo internacional y recursos, para poder llegar hasta el último peldaño.

¡Necesitamos a Asel Luzarraga libre, adhiérete a su causa!

Lo que Asel Luzarraga ha sufrido está lejos de ser un caso aislado. No es más que un eslabón más en la interminable cadena de represión contra pueblos e ideas. Sin embargo, son pocas las denuncias que en América tienen la posibilidad de ser aceptadas por la CIDH. En estos momentos vemos a diario, ese terrorismo de estado que en un tiempo se dirigía contra anarquistas y mapuche, explotar contra toda la población chilena. Así pues, el caso de Asel abre una pequeña ventana desde la que señalar al Estado chileno y extender la presión internacional sobre él. La libertad de expresión y conciencia no debe ser un juguete en manos de los caprichos estatales. Por eso, tu adhesión también es importante.

“En adelante, esta enorme prisión que nos rodea tendrá los barrotes algo mas apretados a mi alrededor.”